Un Inodoro
Ecológico Seco con Separación de la Orina (UDDT) que los
Desamparados, Pobres o Damnificados de Desastres Pueden Hacer Ellos
Mismos.
por Chris Canaday
(Esto fue publicado
amablemente en inglés por una organización en Estados Unidos, cuyo
nombre se traduce como “La Higiene Pública Nos Permite Seguir
Siendo Humanos”, en este nexo:
luego que me
preguntaron sobre opciones sencillas para la gente desamparada que
vive en las calles.)
(For
the latest version in English, please click on this link:
http://inodoroseco.blogspot.com/2013/10/a-free-minimalist-uddt-part-1.html.)
http://inodoroseco.blogspot.com/2013/10/a-free-minimalist-uddt-part-1.html.)
Cambiar
de los inodoros caros y contaminantes en base a agua a los inodoros
secos descentralizados y amigables con el ambiente debería ser más
cuestión de otra manera de pensar que una gran inversión económica.
Esto en especial es el caso para los que tienen poco dinero, tal vez
viven en la calle o están lidiando con algún desastre.
Las funciones
claves que un UDDT (por
las siglas en inglés de Urine-diverting Dry Toilet) debería cumplir
son: (1) encarcelar
a las heces
el tiempo necesario para que mueran todas las enfermedades que puedan
contener (como diarrea, cólera, tifoidea y huevos de lombrices
intestinales) y (2) liberar
a la orina
en el suelo, donde es un excelente fertilizante para las plantas y no
transmite ninguna enfermedad. Esta separación también reduce
muchísimo la emisión de malos olores y mantiene el volumen de
material peligroso pequeño y manejable.
El siguiente inodoro
minimalista es totalmente funcional y se le hace con unos pocos
materiales rescatados de la basura:
- Dos botellas plásticas de 4 litros, como las de la venta de cloro.
- 50 centímetros de cinta adhesiva.
- 2 metros de piola o algo similar.
- Cuatro palos de 25 centímetros (o una caja del tamaño correcto).
- Unos sacos normales, tejidos de polipropileno, como los que se usan para vender 100 libras de harina, arroz o lo que sea. Los sacos biodegradables de yute (como usan para la exportación de café) también valen y tienen una ventaja (vea #7, a continuación).
- Una pequeña lamina de plástico.
Instrucciones
(1) Haga
un urinario ecológico portátil de las dos botellas,
cortando una en forma diagonal (como se ve en la foto) y uniéndolas
boca a boca con la cinta y luego la piola. Esto es muy útil, aún si
se tiene un inodoro más elegante, pero no exactamente donde uno
duerme, ya que sirve para orinar en el mismo dormitorio, sin tener
que salir entre las culebras, insectos, violadores y otras criaturas.
También puede usarse en el día donde sea que haya la privacidad del
caso.
Estando parado, este
urinario emite muy poco olor, ya que las bocas de las botellas son
pequeñas y la botella superior impide el movimiento de aire por
encima de estas bocas. Cada día, se le enjuaga con agua para
prevenir el olor de la fermentación de la orina.
Este urinario es muy
práctico para colectar la orina, diluirla con por lo menos tres
veces más agua (puede ser agua gris del lavado de platos, etc.), y
regar este excelente fertilizante en el suelo entre los cultivos de
uno… o entre las plantas ornamentales de un parque urbano para
ayudarlas a florecer más hermosamente. También se podría botar la
orina por un desagüe, pero eso sería un desperdicio de los
nutrientes, aumentaría el gasto público en el tratamiento de las
aguas servidas (si es que hay tal tratamiento), y contribuiría a la
formación de zonas muertas, sin oxígeno, en los ríos y mares.
(2) Meta
a los cuatro palos en la tierra,
a la altura de unos 12 centímetros. Si se prefiere (o en especial si
el piso es duro y no se podría meter los palos), se puede usar una
caja de cartón, madera o plástico, del tamaño correcto, en lugar
de los palos.
(3) Enrolle
el filo del saco y colóquelo encima de los palos.
Ponga una taza de tierra donde el primer depósito caerá. Si se
quiere, se puede poner una capa de hojas secas primero.
(4) Ponga
los talones contra el saco, haga cuclillas, sostenga el urinario
delante de uno y suelte su carga de nutrientes.
Las heces caerán ordenadamente en el saco, mientras la orina fluirá
ordenadamente al urinario. Pare el urinario hasta la siguiente
oportunidad de vaciarlo en el suelo. Ponga el papel, las hojas, las
tuzas de maíz, o lo que sea que haya usado para limpiarse, junto con
las heces. (Se puede organizar para la privacidad como guste y como
pueda, posiblemente con hojas de palmera metidas en el suelo o con
una cortina en un rincón del cuarto.)
(5) Ponga
una taza de tierra seca encima
de las heces para cubrirlas, controlar el olor, evitar la puesta de
huevos por parte de las moscas, e inocularlas con los microbios
benéficos que descomponen estos tipos de cosas. Mantenga un palo en
el saco para acomodar las heces y el papel, facilitar su cubertura
con la tierra, y para ir llenando el espacio ordenadamente (siempre
agarrando el extremo limpio del palo). Una de las mejores tierras
para esto consiste en las heces descompuestas de un ciclo anterior,
como se ve en la foto, con una mezcla de aserrín o cáscara de arroz
en caso que esté demasiado compacto.
(6)
Cuando no esté en uso, cúbralo
todo con un plástico (o
un tacho) para mantener afuera la lluvia, las moscas y los ojos
curiosos.
(7) Cuando
esté lleno (a
una altura de casi los 12 cm), o cuando los usuarios se van, amárrele
el saco
con una etiqueta que dice algo como, “HUMANAZA. Abra este paquete
de rico abono orgánico únicamente después de XX/X/20XX, cuando no
representará ningún peligro y se le puede usar en la agricultura”
y escóndalo en un lugar protegido contra la lluvia y el sol, como
debajo de un puente. Otra opción es enterrarlo, preferiblemente en
un suelo seco (tal vez debajo de ese mismo puente). También se podría amontonar los sacos sobre una capa de piedras o palos y cubrirlo con un plástico para que no se mojen en la lluvia (posiblemente debajo de un árbol para proteger el plástico del sol).
Las heces deben
secarse y descomponerse durante por lo menos 6 meses en países
tropicales o un año en países templados (más tiempo en caso de
enterrarlo en el suelo), para que mueran los microbios de las
enfermedades humanas y que ya no estén peligrosas (y que ya no sean
heces, sino tierra).
Si los usuarios
están allí suficiente tiempo, o regresan, ellos mismos podrán usar
esta nueva tierra en la agricultura, o reciclarla como material
secante en el inodoro de nuevo. Las personas más quisquillosas
preferirán meterla en el fondo de unos huecos para sembrar árboles,
lo cual también es un excelente uso para esta tierra.
La ventaja de usar
sacos biodegradables de yute es que podemos botarlos frescos en
huecos en la tierra, sembrar árboles encima, y olvidarlos (hasta
preguntarnos por qué los árboles crecen tan rápidamente y con
frutos tan ricos).
Preguntas y
Respuestas
Pueden surgir las
siguientes preguntas, mayormente debido a la fecofobia (el miedo
irracional a las heces):
¿No podrían
salir los gérmenes por la tela tejida del saco?
Aparte de las larvas
de Uncinarias y Strongyloides,
los patógenos fecales no se trasladan a ninguna parte, sino
simplemente esperan pasivamente a ser lavados hasta el agua que otra
persona va tomar, arrastrados hasta las manos de alguien que no las
lavan antes de comer, o llevados por moscas hasta la comida de
alguien. Estos son los riesgos de la defecación al aire libre, con
los patógenos fecales liberados en el ambiente. Los líquidos no
fluyen hacia fuera de los sacos de este sistema, debido al material
secante que agregamos con cada uso, la separación de la orina y la
protección contra la lluvia. De hecho, la permeabilidad de estos
sacos tejidos es una ventaja, ya que esto permite la evaporación de
la humedad y el ingreso del oxígeno (sin que entren o salgan olores
o moscas), entonces las heces pueden descomponerse normalmente, con
los patógenos muriéndose en una tasa exponencial. Vea un ejemplo de
la descomposición de las heces en estos sacos en este video.
Como muestra este gráfico del
libro Manual
del Humabono por
Joseph Jenkins, las bacterias coliformes fecales mueren en el suelo
en una tasa exponencial. El Eje X es el número de días y el Eje Y
es el porcentaje de supervivencia de los patógenos. “99% de las
bacterias coliformes fecales en los suelos mueren en aproximadamente
15 días en el verano y en aproximadamente 21 días en el invierno.”
Regresando al tema
de las larvas de Uncinarias y Strongyloides,
ellas viajan únicamente a través de suelos húmedos arenosos o
francos (no arcillosos), entonces se puede colocar unos palos o
piedras debajo de los sacos cuando se los guarda y se puede botar un
poco de ceniza de leña (que es alcalino) sobre, alrededor y debajo
de los sacos. Además, las Uncinarias casi nunca matan a las personas
y no son tan comunes, con “solo” hasta unos 740
millones de personas infectadas
en el mundo, principalmente en África y el sudeste de Asia. Es
relativamente fácil averiguar si las personas están infectadas y
para eliminarlas con químicos o con alternativas naturales, como las
semillas de papaya. Debemos siempre recordar que las larvas de
Uncinarias solo pueden estar en las heces si los usuarios están
infectados. Los patógenos no pueden salir de la nada y, en el caso
de las Uncinarias, el mayor factor es la defecación al aire por
parte de los perros y el ingreso de las larvas en los pies de las
personas. (Si no conocen cómo son las Uncinarias, les invito a ver
este video en el AnimalPlanet.
No se alimentan de la comida de sus víctimas, sino de su sangre y
fueron la inspiración para la creatura en la película Alien.)
Asimismo, las larvas de Stongyloides
solo viajan en suelo húmedo y más afectan a las personas con bajas
defensas, como los pacientes de SIDA.
¿Podemos estar
absolutamente seguros que todos los patógenos morirán y ninguna
enfermedad se transmitirá a nadie?
No. Alguien podría
venir y abrir el saco antes de hora, sin leer la etiqueta, pero
cualquier sistema puede fallar cuando no esté aplicado bien. Lo que
sí podemos asegurar es que todos los patógenos fecales están
vivitos y coleando en las heces frescas que irían de otra manera
directamente al ambiente. También sabemos que estos patógenos
mueren en una rápida tasa exponencial al descomponerse las heces en
presencia de oxígeno. Lo importante es encarcelar a estos asquerosos
mientras esto ocurre y cada día de cárcel es una victoria en la
guerra contra las enfermedades. Efectivamente todos estos patógenos
son anaeróbicos, es decir están adaptados para vivir en la ausencia
de oxígeno, lo que hacen en el hábitat acuático dentro de nuestras
tripas, y solo pueden aguantar un cierto tiempo en un lugar seco y
oxigenado antes de infectar a otra persona. Por eso, los patógenos
fecales más persistentes han evolucionado envolturas resistentes a
la deshidratación, como el quiste de las amebas y el cascarón del
huevo de la lombriz de Ascaris,
pero aún éstos les pueden proteger solamente un cierto tiempo.
Un importante factor
es la naturaleza implacable e incansable de los microbios de los
suelos orgánicos, comiendo todo lo que no les come primero. La
mayoría de los microbios patógenos serían presa fácil para los
organismos del suelo y se ha demostrado que las bacterias fecales
mueren más rápidamente en suelos
con mayor diversidad de especies,
como recomiendo usar aquí, óptimamente reciclando el material
secante, después de un tiempo prudencial o un procesamiento
adecuado, con algunos de exactamente los mismos microbios que
descompusieron las heces, las enfermedades y los parásitos en el
ciclo anterior, y que no son patógenos humanos.
Schönning
and Stenström (2004)
recomiendan guardar las heces, con bastante ceniza de leña o cal,
durante más de dos años en los países templados (es decir, El
Norte, Argentina y otros) o un año en el Trópico. Personalmente,
pienso que esto es más precaución que lo necesario, especialmente
en el calor y la biodiversidad de gran parte del Trópico, pero estos
tiempos de detención pueden aplicarse fácilmente, si hay suficiente
espacio y si esto le hace sentir mejor a la gente. Estos tiempos se
refieren al patógeno fecal más persistente: el huevo de la lombriz
intestinal nematodo Ascaris
lumbricoides,
y todos los microbios realmente peligrosos (cólera, diarrea, etc.)
son eliminados en menos de tres
meses.
Hemos buscado los huevos de Ascaris
en nuestras heces descompuestas, aquí en la Amazonía Ecuatoriana, y
hasta ahora no los hemos encontrado más allá de los cuatro meses de
descomposición. Hace falta realizar más pruebas y determinar un
protocolo más sencillo y definitivo, y básicamente solo requiere un
microscopio. (Y, hasta ahora, yo mismo guardo las heces durante más
que un año, para mayor tranquilidad de los usuarios.)
Nadie quiere
recomendar un tiempo de detención que podría tal vez llegar a
enfermar a alguien, y esto es especialmente el caso con
organizaciones gubernamentales e internacionales. Sin embargo, estoy
dispuesto a arriesgarme, ya que la peor alternativa es continuar con
los masivos casos de defecación al aire libre, aguas servidas que
van directamente a los ríos y bahías, y los 2,6 mil millones de
personas en el mundo que no cuentan con ningún tipo de inodoro
decente. Además, con el tiempo, si nos damos cuenta que se debería
modificar estos tiempos de detención (aumentando o reduciéndolos),
lo podemos hacer.
¿No se supone
que debemos guardar la orina durante algunos meses para sanearla
antes de aplicarla en el suelo?
Esta preocupación
se fundamenta en la posibilidad que haya contaminación fecal en la
orina, debido a mal uso de los inodoros… y esto es muy poco
probable con este modelo tan sencillo de UDDT, en el cual el usuario
sostiene el urinario exactamente donde tiene que estar. En caso de
algún accidente, el usuario podría vaciar el urinario en un hueco
en la tierra, en lugar de regarlo en la superficie del suelo. (En
lugares donde hay el parásito de Esquistosomiasis, Schistosoma
haematobium,
en especial en el África subsahariana, la orina debe dispersarse en
el suelo lejos de los ríos y lagunas, para que el parásito no pueda
encontrar los caracoles de agua dulce que necesita infectar para
completar su ciclo de vida.)
¿No vendría
algún animal, como perro o rata, a romper el saco y regar este
material tan peligroso?
La experiencia ha
demostrado que esto no ocurre, en especial si usamos tierra como
material secante y, en particular, la mencionada tierra reciclada. Ha
habido un par de casos de perros traviesos, pero únicamente cuando
se usaba aserrín pura para cubrir las heces. La tierra y el compost
ya terminado son entre los mejores filtros para los olores.
Fuera de la
fecofobia, otras inquietudes pueden surgir:
¿Por qué
debemos proteger a los sacos contra el sol?
¿Los rayos del sol no ayudarían a matar a los patógenos?
¿Los rayos del sol no ayudarían a matar a los patógenos?
Sí, sería de gran
ayuda en esto, pero la luz ultravioleta también destruye las fibras
plásticas de polipropileno de los sacos. Unos hornos solares que
toman en cuenta esto serían muy convenientes (y podemos tener mucho
más paciencia al hornear las heces por saneamiento que cuando
tratamos de hornear a nuestro almuerzo frente a un hambre
imperativo). Según el siguiente gráfico, solo necesitamos lograr
una temperatura arriba de 65° C durante una hora para matar todos
los patógenos fecales, lo cual es mucho más fácil que los 100° C
requeridos para hervir el agua. Una vez, una estudiante y yo hicimos
un simple horno solar de materiales reciclados y aparentemente
logramos los 80° C, ya que una botella de plástico PET se deformó…
y los huevos de Ascaris
contenidos adentro estuvieron deformados y probablemente muertos
cuando los observamos debajo del microscopio.
Un gráfico indicando el
tiempo necesario (en horas) para que varios patógenos fecales
humanos mueran bajo diferentes temperaturas, tomado de Feachem, R.G.,
Bradley, D.J., Garelick, H. y Mara, D.D. 1983. Sanitation
and Disease – Health aspects of excreta and waste water management.
John Wiley and Sons, Chichester, UK (reproducido en Schönning
and Stenström 2004).
Por
ejemplo, todos los patógenos mueren dentro de una hora a 65° C, o
en un mes a 45° C.
¿Qué pasa si no
somos tan pobres y queremos algo mejor?
Se lo pueden hacer.
Si los suelos son relativamente secos y absorbentes y nunca se
inundan, pongo en consideración el ArborLoo,
que consiste en una casita liviana que se coloca sobre uno y otro
hueco en la tierra (de un metro de profundidad) donde luego se
siembran árboles, como éste que hicimos mayormente con materiales
reciclados.
Acuérdense de agregar una taza de tierra, hojas secas o cenizas
después de cada uso. Si no tienen suficiente espacio para sembrar
tantos árboles, pueden sembrar plantas como el zapallo o el banano y
cavar de nuevo el mismo sitio después de por lo menos dos o tres
años.
También, les invito
a conocer los modelos de inodoros secos que publiqué (in inglés,
pero con fotos) en la revista Sustainable
Sanitation Practice y
varios otros modelos en mi blog,
algunos de los cuales tienen hermosos pisos de cerámicas puestas en
ferrocemento delgado que solo requiere medio saco de cemento.
Además, les sugiero que armen Fuentes a Pedal (en inglés,
TippyTap)
para lavar las manos, optimizando la cantidad de agua y manteniéndola
limpia para las siguientes personas.
¿Cómo podrían
usar este inodoro los miles de millones de personas en el mundo que
limpian el ano con agua?
Se podría hacer
otro Urinario Ecológico (de botellas más anchas y que no se ruedan
estando acostadas) y marcarlo “Agua de Lavado de Ano y de Mano”.
Se le acostaría en el piso para captar estas aguas y el borde
cortado sería lo más alto posible para evitar su salida o
salpicada. Una Fuente a Pedal podría proveer esta agua al pisar un
palo en el suelo, sin tocar este recipiente de agua y mucho menos
contaminar su contenido. Al completar el lavado del ano, se pondría
este Urinario Ecológico de pie (con la otra mano) y se procede a
lavar las manos, preferiblemente con jabón o con ceniza
de leña (lo cual es igual
de efectivo pero no cuesta nada).
(Una Fuente
a Pedal, o TippyTap, consiste en una botella plástica puesta en
un palo horizontal que se vira al pisar otro palo amarrado cerca del
suelo, de tal manera que sale un chorrito de agua de un huequito
hecho con un clavo a rojo vivo. Sirve para el lavado de manos --y en
este caso, de anos—sin desperdiciar el agua y manteniendo la
reserva limpia. Hemos adaptado el modelo en la siguiente foto para
llenarse automáticamente con la lluvia.)
Este poquito de aguas negras puede disponerse en un hueco en la tierra, similar a un hueco para sembrar un poste, lleno de piedras (en especial si la tierra tiende a derrumbarse). Se podría también colocar una tabla como tapa, para evitar la salida de olor y el ingreso de moscas. Si hay frecuentes inundaciones o el agua en la tierra está muy alta, habría que armar algún tipo de humedal de plantas para purificar estas aguas servidas.
¿Y si queremos
sentarnos…?
También se puede
organizar una banca para eso, como se puede ver en mi blog,
pero recordémonos que la posición de cuclillas es la más natural
para un ser humano que quiere defecar y, por lo tanto:
- hay menos estreñimiento,
- hay menos hemorroides,
- es más higiénico (como los genitales no se topan con nada),
- es más accesible para niños pequeños, y
- la evacuación es más completa.
Además, es más
económico, fácil y portátil construir para cuclillas y logramos
una mejor separación de la orina.
¿Hasta dónde
podría llegar esto?
Al usar este inodoro
minimalista, que uno mismo puede hacer, las personas pueden no solo
resolver este problema sanitario inmediatamente ellas mismas, sino
también mostrar a los gobiernos, fundaciones y otras entidades que
entiendan y acepten el concepto y la práctica de los Inodoros
Ecológicos Secos con Separación de la Orina. Muchos planificadores
y tomadores de decisiones descartarían esta opción como un sueño
utópico que nunca sería factible, pero en realidad los ciudadanos
locales son frecuentemente más prácticos, proactivos y con los pies
más firmemente en la tierra que sus líderes. Una vez demostrado que
la gente pueda manejar a estos sencillos inodoros secos, los
gobiernos y fundaciones tendrán más confianza en construir unidades
elegantes y permanentes para estos mismos usuarios. Se han construido
demasiados inodoros secos que, luego de entregarse a los usuarios con
la esperanza que los utilicen bien, resultan ser abandonados o mal
usados, ya que los usuarios no fueron preparados adecuadamente y no
estaban convencidos de los beneficios del sistema.
De hecho, este
sencillo sanitario podría ser utilizado como prueba para que los
usuarios confirmen su cupo en la lista de elegantes inodoros secos a
construirse. Luego de una semana de uso, se podría evaluar su uso y
así tendrían un poco de presión para realmente entender y usar
estos inodoros secos y realmente usarlos bien, ya que a nadie le
gustaría ser tachado de la lista por ser desordenado o no poder
seguir las instrucciones.
Este diseño puede
considerarse un peldaño bajo pero sólido en la escalera de inodoros
secos que son cada vez más fáciles y aceptables para los usuarios.
Con esto, esos 2,6 mil millones de personas podrían rápidamente
contar con un inodoro, tal vez por medio de un programa de
redistribución creativa de estos “desechos” plásticos, en
especial tomando en cuenta que estos sacos de polipropileno pasan en
la sombra, protegidos contra los rayos dañinos del sol, y se los
podemos usar una y otra vez, año tras año. Este inodoro es
accesible para cualquier persona en el mundo que puede rescatar de la
basura unas ciertas cositas y tiene la clara decisión de mantener el
ambiente más limpio y productivo.
Si usted tiene preguntas o sugerencias respecto a este sencillo inodoro, favor escribirme a canaday2 ARROBA gmail PUNTO com. Si aplican este diseño, favor avisarme para saber hasta dónde llega y para ayudarles a afinar cualquier asunto. También les invito a leer estas entrevistas sobre problemas con saneamiento con agua e inodoros ecológicos secos. (próximamente traducidos al español en inodoroseco.blogspot.com.)
Mantengamos
el agua limpia
manteniendo la m***** sucia.